viernes, 17 de febrero de 2017

PREVENCIÓN DE LA LESIÓN DEL NERVIO DENTARIO INFERIOR

En la práctica diaria los dentistas realizan su trabajo en un área sumamente inervada y vascularizada como es la cavidad oral. 

Es muy necesario saber controlar la transmisión de impulsos nerviosos de esta zona. Por lo tanto conviven con la posibilidad de sufrir accidentes de diversas magnitudes.



El trigémino es el par craneal por excelencia, y de la mas inferior de las ramas de este, nace el nervio alveolar inferior o dentario inferior, el cual se encarga de dar sensibilidad a dientes y tejidos blandos que se encuentran en el arco mandibular. 



Los incidentes mas comunes ocurren cuando se intenta "dormir" el nervio, por diferentes causas (técnicas anestésicas deficientes, infecciones mal controladas o variaciones anatómicas), pero en ocasiones, principalmente en realizaciones de técnicas quirúrgicas, se encuentra la posibilidad de lesionar el nervio, lo que conlleva consecuencias irritantes para los pacientes.

En muchas ocasiones, el respeto excesivo o miedo en si por evitar estos problemas, acarrean limitaciones de las capacidades del odontólogo y situaciones de estrés cotidianas.


El siguiente articulo trata sobre las principales causas que pueden derivar en problemas con estas estructuras anatómicas, y cuales son las formas más correctas para evitarlos e incluso como tratarlos si llegara el caso.



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